jueves, 31 de marzo de 2022

Calibración y Regulación en los drones de pulverización agrícola


¿Cómo es ir hacia el campo y realizar pulverizaciones con un dron? ¿Cómo debo aplicar? ¿Qué volumen de aplicación debo utilizar? ¿Qué velocidad y altura de vuelo debo utilizar? ¿Para todos los cultivos es similar la forma de aplicación de los productos fitosanitarios? ¿Qué parámetros durante la aplicación debo considerar? Esas y otras interrogantes surgen en todo tipo de aplicación agrícola y en especial cuando vamos a realizar una pulverización, ya sea con un pulverizador agrícola, mochila pulverizadora o con el uso de los drones, se deben considerar diversos aspectos para lograr una pulverización económica, rápida y eficaz.

En primer lugar, debemos conocer las diferencias entre calibrar y regular un equipo de pulverización. Calibrar significa verificar el caudal de las boquillas de pulverización, determinar el volumen de aplicación y la cantidad de producto que será colocado en el tanque. Regular significa ajustar los componentes de la máquina a las características del cultivo y a los productos fitosanitarios que serán utilizados, es decir, ajustar la velocidad de operación, seleccionar los tipos de boquillas, determinar el espaciamiento entre las boquillas, ajustar la altura de la barra y definir la presión de trabajo. Está claro que estas regulaciones se refieren principalmente a los equipos mecánicos y/o manuales y su objetivo es obtener una mejor capacidad operacional en las máquinas con relación al tiempo disponible y al tamaño del área a tratar. En el caso de los drones de pulverización agrícola, los aspectos a considerar son los mismos que se consideran en las pulverizaciones con avión agrícola. Estos son:

Tiempo de abastecimiento: Tiempo en que el dron permanece en el suelo y comprende, desde que toca el suelo para aterrizar, reabastecerse con producto fitosanitario, cambiar de baterías, revisar la máquina e iniciar el despegue.

Velocidad de vuelo de aplicación: Cada tipo de dron posee una velocidad de vuelo ideal, de acuerdo con su arquitectura de fabricación. Normalmente la velocidad de vuelo es indicada en km/ho y los fabricantes indican que puede variar desde 5 hasta 60 km/ho. Existen trabajos que indican que la velocidad de aplicación juntamente con la capacidad de carga y ancho de la faja de aplicación afectan el tiempo de aplicación. La velocidad de vuelo puede influir directamente sobre el rendimiento en la aplicación y velocidades muy altas perjudican la deposición del producto fitosanitario.

Tiempo de aplicación: Duración en que el dron permanece aplicando producto fitosanitario en el área tratada.

Velocidad de traslado: Está relacionada al traslado del dron hacia el área de aplicación y/o al local de abastecimiento. Asimismo, el aumento de dicha velocidad puede reducir el tiempo de vuelo gasto entre el local de aterrizaje y el área de aplicación.

Ancho de aplicación: Es realizada en forma paralela o adyacente, cubriendo el área a ser tratada. Ese ancho de aplicación puede variar entre 3 a 9 metros y depende del dron a ser utilizado, del tipo de boquilla, del producto fitosanitario y de la altura de vuelo, siendo un factor que influye en el rendimiento del dron para realizar una aplicación efectiva.

Altura de vuelo: Puede ser muy variable, las aplicaciones actuales utilizan alturas entre 3 a 11 m y depende del tipo de cultivo a tratar y de la localización del blanco (insecto u hongo) en el cultivo.

Tiempo de curva al final de la aplicación: El dron describe una curva y retorna a la línea consecutiva a ser tratada. Ese tiempo que se toma el dron en describir dicha curva se mide en segundos e influye en la determinación de la capacidad operacional del dron.  

Volumen de aplicación: Este sigue criterios técnicos, donde son considerados el ancho de aplicación, la velocidad de operación y el caudal de las boquillas. Asimismo, se debe tomar en cuenta el tipo o modo de acción (sistémico o de contacto) del producto fitosanitario, las condiciones climáticas (temperatura y humedad relativa), arquitectura de las plantas y área foliar; así como, el tamaño y la cobertura de las gotas.

Boquillas de pulverización: Intervienen en la cantidad (volumen de aplicación) y en la calidad (tamaño, distribución y cobertura de las gotas), por ese motivo su selección es fundamental para atender las demandas específicas de un determinado cultivo.

Presión de pulverización: En las boquillas de energía hidráulica, la variación de la presión de pulverización ejerce un efecto sobre el volumen de aplicación y posee un valor de presión, que no debe exceder al indicado, que puede generar un desgaste y deteriorar la calidad de pulverización.

Plan de vuelo: Es muy importante para mejorar la capacidad operacional del dron y se elabora de acuerdo con el formato del área a tratar. Los planes de vuelo mayormente utilizados son los tipos: “zig-zag" y “carrousel”.

En síntesis, los aspectos de calibración y regulación en los drones de pulverización agrícola resultan ser bastante amplios, y depende también de los conocimientos previos en la tecnología de aplicación de productos fitosanitarios, que son importantes para mejorar la capacidad operacional del dron, la calidad de la pulverización y contribuir con la productividad en el campo.

Calibración de las boquillas: La imagen muestra como se realiza en el campo la medición del caudal de las boquillas de pulverización, realizando tres repeticiones en un tiempo determinado. Fuente: El autor, 2022.

Altura de vuelo: Es un factor que influye en la calidad de la pulverización y depende del tipo de cultivo y lo que se desea controlar para definir la altura adecuada. Fuente: El autor, 2022.

Plan de vuelo: La imagen muestra los planes de vuelo más frecuentes en la pulverización realizada con drones. Fuente: El autor, 2022.

Ing. Agríc. MSc. Rubén D. Collantes Veliz, docente de la UNALM, está posando junto a un dron de pulverización agrícola.