La utilización de productos fitosanitarios en la producción de un determinado cultivo continúa siendo una de las operaciones agrícolas más representativas para el control de plagas, enfermedades y plantas dañinas y se puede dar a través de diversos métodos: a) control legislativo: se basa en la introducción de políticas y leyes sobre la importación, la comercialización y el transporte de los productos fitosanitarios; b) control genético: donde se puede utilizar plantas o semillas genéticamente modificadas; c) control cultural: está relacionado a la época de siembra, a la rotación de los cultivos, a las podas y a la adecuada fertilización; d) control físico: donde se controla la temperatura, la humedad o la luminosidad; e) control biológico: se refiere al empleo de enemigos naturales o productos biológicos; f) control mecánico: es la etapa donde se utilizan las máquinas e implementos agrícolas y g) control químico: donde se emplean los productos fitosanitarios. Cuando estos métodos se utilizan de forma conjunta da lugar a lo conocemos como el Manejo Integrado de Plagas (MIP) y enfermedades.
Tecnología de aplicación
La tecnología de aplicación consiste en la colocación precisa y en la cantidad
suficiente del producto fitosanitario en el “blanco” que se pretende controlar y así obtener resultados satisfactorios en términos de eficacia, seguridad y
economía. Este conjunto de conocimientos científicos y tecnológicos se viene desarrollando e implementando en la actualidad y continua en una constante
evolución.
Calibración y regulación de los pulverizadores agrícolas
Estas acciones son fundamentales y a su vez obligatorias
para cada una de las máquinas encargadas de realizar la aplicación de productos
fitosanitarios. Los parámetros como el volumen de pulverización, la dosis de
aplicación, el tipo y el caudal de la boquilla, el espaciamiento entre
boquillas, la altura de la barra de pulverización, la presión de trabajo, la
velocidad de operación y el caudal de aire de los atomizadores, son ítems que
deben ser meticulosamente determinados y calculados, antes de ingresar al
campo y poder garantizar el éxito de la aplicación.
Tecnología de aplicación variable
La tecnología de aplicación variable considera aspectos relacionados a las características geométricas y estructurales del cultivo (forma y volumen de la copa, densidad y área foliar). Para este fin, son los utilizados sensores que pueden ser los ultrasónicos encargados de detectar objetos y realizan mediciones, así como el LIDAR (Light Detection and Ranging) que determina la distancia entre un punto de emisión y un objeto a través de un pulso laser. Existen dos métodos para realizar la aplicación variable y se basan en los sensores y en los mapas. La aplicación variable con sensores detecta durante el avance del conjunto tractor-pulverizador, la forma o arquitectura del cultivo para actuar como principal indicador de la aplicación. Cuando son utilizados los mapas, estas se obtienen de los satélites o de los drones de captura de imágenes, que ofrecen información del estado y vigor del cultivo, aquella luego de un proceso de análisis, se convierte en los mapas de aplicación variable. Asimismo, con la ayuda de un dispositivo electrónico se realiza la apertura y cierre de las boquillas hidráulicas en las zonas afectadas y de forma proporcional a la masa vegetal del cultivo.
Pulverización
inteligente: Bosh
y Digital Farming Solutions de BASF han desarrollado un sistema de aplicación
que detecta la presencia de plantas dañinas a través de cámaras y realiza la aplicación del herbicida en el punto exacto de su ubicación y con la cantidad suficiente para
su tratamiento. Fuente: Bosh, Acceso en 2022.
Estas acciones y/o actividades deben ser acompañadas con la adecuada capacitación y entrenamiento para lograr con éxito el uso sostenible de los productos fitosanitarios y permitir un mejor cuidado de nuestro ambiente, con la garantía de conservar la buena salud de nuestro agricultor y del consumidor.